Una exposición universal es un viaje al universo de lo efímero, un recorrido con la imaginación en el que se entrelazan las relaciones entre el pensamiento arquitectónico, la esfera de la temporalidad y el tema que se comunica o expone. Esta sabia mezcla genera un complejo de mutaciones espaciales multiformes y plantea una serie de reflexiones, estrechamente interconectadas con la vida cotidiana.
El proyecto para el pabellón Ferrero de la Expo 2015 es el resultado de una reflexión sobre el tema ético de la REUTILIZACIÓN: dar valor al proyecto significaba considerar también su posterior reutilización y enfrentarse a un «después». Toda la obra fue concebida como una instalación con doble vida, un «sueño soñado» para despertar asombro durante la Exposición y, al mismo tiempo, como proyección de una arquitectura real destinada a migrar hacia lugares lejanos.
Sprech realizó la totalidad del proyecto para Ferrero: el pabellón Kinder+Sport, sobre un área de 1500 m2, y 7 tótems satélite (pods) que se alzaban a lo largo de la arteria principal. Al final de la exposición, las estructuras se desmontaron y se llevaron a las instalaciones de Martano en Lecce (Italia). Allí se readaptaron para convertirlas en una escuela para un campo de refugiados de Camerún y una enfermería en Sudáfrica.
